Los colores, alegres, relajantes, estimulantes, atrayentes... que bonitos y que cabrones! Te engañan cuando menos te lo esperas. Si vas a pintar una pared, por ejemplo, no sale el tono que quieres o el que te prometen. También hay problemas en la comunicación diaria: (ejemplo real)
Bui: Pásame la chaqueta gris.
Chor: ¿Quieres decir la marrón?.
Bui: No... la gris claro.
Chor: Pues tiene un tono beige.
Ñawé: Mmm, es un camel tostado (...)
Y así empezó un laargo debate.
¿De verdad hay tantos colores? Hay gente que sólo ve en la escala cromática básica de 16 colores y su vida es simple, y hay quien ve 12 tonos de azul en el hielo y otros tantos de blanco para los vestidos de novia (como el blanco roto, ¡roto!... que lio).
Pero mi último incidente es lo que me da rabia. Me compré una pintura de uñas preciosa turquesa y claro, como no, al ponermela en casa resultó ser verde. Verde feo. Qué estafa, ¿porqué no hay tester de laca de uñas en las tiendas? yo lo se: por que entonces no venderían las pinturas verde feo ¬¬
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